Este viernes y sábado pasados, tuve el privilegio de guiar a 20 estudiantes de secundaria y 10 de bachillerato a través del proceso de diseño de productos aquí, en la sede de Salient Technologies. Los alumnos viajaron a Bozeman para participar en una competición de robótica FIRST (For Inspiration and Recognition of Science and Technology). Imagínate un intenso torneo de baloncesto con docenas de equipos, pero en lugar de ganar porque puedes meter una pelota naranja a través de un círculo de metal, un equipo gana completando complejos retos realizados por un robot que ellos mismos han construido y creado. Los profesores que entrenaban al equipo se pusieron en contacto con Salient para realizar una visita y conocer sus interioridades, con el objetivo de inspirar a los niños para que sigan carreras en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), más concretamente, diseño e ingeniería. Es curioso cómo a veces las cosas cierran el círculo. Poco sabían ellos, o nosotros, que el profesor que dirigía el equipo del instituto era mi primer profesor de diseño/ingeniería/CAD de casi 20 años antes… un profesor que me inspiró de la misma manera.
La visita a Salient consistió en una mirada al interior del Proceso de Diseño: cómo es llevar un producto desde la imaginación hasta la producción. Después de trabajar en miles de productos a lo largo de los años, pudimos hacer referencia a un puñado de ejemplos divertidos, desde válvulas de la NASA hasta juegos domésticos familiares como el Yahtzee. Estudiamos el diseño industrial, el dibujo en CAD 3D (¡y el uso de tabletas Wacom!), las animaciones de vídeo, los renders, el diseño estructural y el diseño para la fabricación. Era justo el tipo de cosas que me presentaron por primera vez en la misma clase que este profesor impartía a mediados de los 90.
Durante la visita, saqué un viejo dibujo amarillento para compartirlo con el grupo. Era mi primer dibujo CAD: una vista lateral de un Humvee dibujada bajo la instrucción abierta del mismo profesor. Se dibujó en AutoCAD 2D en la época en que sólo imprimir en color era una tecnología innovadora. Me aferré a ese sencillo dibujo porque fue un descubrimiento emocionante para mí. Fue allí donde encontré por primera vez una nueva herramienta que podía ayudar a amplificar mi capacidad artística y creativa. Fue la primera vez que tuve en mis manos el mismo tipo de tecnología que ahora utilizo casi a diario en mi apasionante carrera.
En nombre de los diseñadores e ingenieros de todo el mundo, quería dar las gracias a los profesores que inspiraron la creatividad en los campos de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas. En este caso concreto, ¡Gracias, Sr. Ruble, por fomentar un lugar de inspiración!
