La impresión 3D es una de esas tecnologías que parecen un tanto misteriosas y futuristas. La experiencia más cercana que la mayoría tiene con la ciencia es la de ver Star Trek, donde Data o Spock podían pedir lo que quisieran a un cónsul informático montado en la pared llamado Replicante. Sería organizar teóricamente las partículas subatómicas en lo que se pidiera; como una comida, un uniforme o una pieza de recambio para una máquina. Hoy en día, el proceso es un poco diferente de lo que podrías experimentar en la nave estelar Enterprise; sin embargo, ese concepto no está demasiado alejado de la realidad. Los procesos modernos no sintetizan a nivel atómico, sino que construyen una capa cada vez extruyendo plástico fundido o curando una resina mediante luz ultravioleta o láser. Tras 30 años de perfeccionamiento de la fabricación aditiva (impresión 3D), se ha convertido en un paso vital en el desarrollo de productos. Hoy en día se imprimen en 3D herramientas de recambio, alimentos ornamentados, tejidos para la ropa e incluso materia orgánica como huesos. Con esta tecnología emergiendo en la corriente dominante, quería visitar diez grandes beneficios de la tecnología…
- Tiempo de comercialización: La impresión 3D permite que las ideas se desarrollen más rápido que nunca. Poder imprimir en 3D un concepto el mismo día que se diseña reduce el proceso de desarrollo de lo que podrían haber sido meses a cuestión de días, ayudando a las empresas a ir un paso por delante de la competencia.
- Ahorra dinero: Los moldes de inyección de prototipos y las series de producción son inversiones caras. El proceso de impresión 3D permite crear piezas y/o herramientas mediante fabricación aditiva a velocidades muy inferiores a las del mecanizado tradicional.
- Mitigar el riesgo: Poder verificar un diseño antes de invertir en una costosa herramienta de moldeo vale su peso en plástico impreso en 3D, y algo más. Imprimir un prototipo listo para la producción genera confianza antes de realizar estas grandes inversiones. Es mucho más barato imprimir en 3D un prototipo de prueba que rediseñar o modificar un molde existente.
- Comunicación clara: Describir el producto que vas a entregar suele malinterpretarse, ya que deja la construcción a la imaginación. Una imagen conceptual del producto es mejor que la descripción, ya que vale más que 1.000 palabras, pero llegar a sostener el futuro producto tangible, en la mano, despeja todas las líneas de comunicación. No hay ambigüedad cuando se tiene la representación exacta, o al menos muy aproximada, del producto.
- Retroalimentación: Con un prototipo puedes poner a prueba el mercado presentándolo en una feria, mostrándolo a compradores o inversores potenciales, o recaudando capital mediante la venta anticipada en IndiGogo o Kickstarter. Obtener la respuesta de los compradores al producto antes de que entre realmente en producción es una forma valiosa de verificar que el producto tiene potencial de mercado.
- Siéntelo: Algo que no puedes obtener de una imagen o de un prototipo virtual en la pantalla del ordenador es la sensación que produce algo en la mano. Si quieres asegurarte de que la ergonomía y el ajuste de un producto son los correctos, tienes que cogerlo, usarlo y probarlo.
- Personalízalo: Con la producción en serie estándar, todas las piezas salen iguales de la cadena de montaje o del molde. Con la impresión en 3D, uno puede personalizar, adaptar y retocar una pieza para que se ajuste exclusivamente a sus necesidades, lo que permite ajustes a medida en las industrias médica y dental y ayuda a distinguir a las personas en el mundo de la moda y la joyería.
- Construye tu imaginación: En el auge moderno del arte y el diseño digitales, las posibilidades no sólo se aceleran, sino que son ilimitadas. Ahora se puede imprimir en 3D casi cualquier cosa que se imagine después de dibujarla virtualmente. En relativamente poco tiempo, una idea, un concepto, un sueño o un invento pueden pasar de ser un simple pensamiento a una pieza producida que puedes tener en tus manos.
- ¿Agujeros cuadrados?… Ningún problema: Las limitaciones del mecanizado estándar han restringido el diseño de productos durante años. Con las mejoras en la fabricación aditiva, ahora las posibilidades son infinitas. Geometrías que históricamente han sido difíciles o imposibles de construir, como agujeros que cambian de dirección, voladizos poco realistas o cavidades interiores cuadradas, ahora son posibles y realmente sencillas de construir.
- Fracasa rápido, fracasa rápido, fracasa barato: Ser capaz de probar ideas rápidamente y descubrir lo que no funciona acelera el descubrimiento que conduce a una solución ideal. La impresión en 3D permite al desarrollador de un producto hacer avances en fases tempranas que son relativamente baratas y conducen a productos mejores y a callejones sin salida menos costosos.
David Yakos es Vicepresidente y Director de Creatividad en Salient Technologies, Inc.